miércoles, 16 de agosto de 2017

El círculo de la violencia

El hombre arremete contra la mujer, la mujer contra los niños y los niños entre sí; cobardemente inclinándonos al que consideramos más débil para descargar nuestro temor, la frustración, el hastío. Si Magdalena hubiese tenido una mascota, ciertamente hubiera hecho con ella lo que hacía con su muñeca; ahorcarla, quemarla, maldecirla, cada vez que la madre la golpeaba.

Sin embargo, y estando incluso malherida, la muñeca también tenía con quién desquitarse. Y eligió bien: el padre de Magdalena, el primer victimario, una madrugada despertó entre gritos, salió corriendo y no volvió más. A su paso los perros le ladraron aterrorizados.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN