martes, 10 de diciembre de 2024

Crecer es, paradójicamente, limitante

Se burlaban de Lucas diciéndole que vivía en la Luna. ¿Por distraído? No, por fantasear. Así, prefería pasársela solo. Cierta tarde, en el patio, observó a un gusano entrar por un agujero. Cuando levantó la vista, un astronauta, también llamado Lucas, estaba frente a él. “Me echaron de la Estación Espacial Internacional -explicó el visitante-. Dijeron que vivía en la Tierra”.

El Lucas adolescente preguntó: “¿Por qué no estamos alineados con el universo? Si es infinito, también deberíamos pensar en grande, ¿no?”

El Lucas adulto, astronauta, nomás pensaba dónde habría una playa cercana para meter los pies en la arena.

Canción "Caravan" - Rush

domingo, 8 de diciembre de 2024

Manifestación consciente

“¡Me quiero morir!” Por primera vez se lo dijo en voz alta. Además, rabiosa. Tanto, que se asustó, aunque cuando lo piensa es valiente repitiéndoselo. Joven todavía para tener Alzheimer, pero sola si acaso hubiese duendes haciéndole jugarretas. ¡No, qué va! Lo único cierto es que el servicio y la loza habían desaparecido. Fue al living. También los muebles. No había nada para nadie, como si ella tampoco estuviera. “Pero hoy no”, dijo calmada, entendiéndolo. “De hecho, me quiero dar un gustito. Me lo merezco. Comer carne asada, por ejemplo”. En su mano se materializó un cuchillo y un tenedor.

martes, 3 de diciembre de 2024

Apurar el olvido fortalece el recuerdo

Los familiares aconsejaban a Lázaro que respete el proceso y deje morir naturalmente al árbol (encorvado, seco, desnudo). Cuarenta años ha estado en casa de sus papás; casa que Lázaro heredó. Pero él llegó para cambiarlo todo, pues se enemistó con sus padres en sus últimos años de vida. Y de un plumazo quería olvidarlos. Así que, desoyendo recomendaciones, sierra en mano, Lázaro lo echó abajo. Pero impactado, al día siguiente, vio proyectada su sombra. Y en sus mejores años, cuando estaba chascón, erguido, robusto. Es que cuando lo plantó el papá y lo regó la mamá, ellos eran jóvenes.

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Saber sintonizar

La niña de una casa olvidada por Dios, giraba la perilla de una radio vieja. De pronto, la desatornilló. Desconcertada, la escondió, olvidándola.

La radio quedó fija en un dial que transmitía puras malas noticias. Y el papá, entre más se informaba, más inminente veía el fin y más raro al vecino. Decidida, la esposa tomó la radio pero el esposo también y la tiró hacia él con fuerza, estrellándola. El impacto cambió el dial, sintonizando un programa que celebraba cómo disminuyó la criminalidad. 

El hombre miró por la ventana. Pasaba el vecino. Lo saludó. No se veía tan raro.

jueves, 21 de noviembre de 2024

La reserva oculta

En Afar, Etiopía, donde la sed mata, una modesta organización humanitaria (con más entusiasmo que planificación), instaló una tienda para repartir botellas de agua a los pobladores, entre ellos Solomon. Él, como pudo, pasó al frente entre gente agolpada, enrabiada, pidiendo, exigiendo, arrebatando envases. Cuando la coordinadora les informó que alcanzaron el límite del día, los reclamos pasaron a ser amenazas. Muchos se retiraron ofendidos, pero Solomon, no. Con las manos vacías y la boca seca, dijo: “Gracias por regalarnos agua”. La coordinadora asintió. Tomó cuatro botellas de la reserva del equipo y, entregándoselas, dijo: “Ten una por cada palabra”.

martes, 19 de noviembre de 2024

Resonancia & RResonancias

Deambulaba ausente por la casa. Este sesentón cascarrabias fue melancolizándose, embriagándose de tristeza por su enfermedad. 

Una mañana notó que los pájaros, en amaneceres nublados, cantaban más alegres, revitalizados. Se propuso imitarlos, para vibrar como ellos en la misma nota de alegría sanadora. Pero al tercer día, sintiéndose ridículo, desistió. Cuando cerraba la ventana, un zorzal, con la patita herida, aterrizó sobre el marco, expectante. Entonces el hombre redefinió lo imposible, carraspeó, tomó aire y ¡explotó a carcajadas! (Y luego sí, ambos formaron un coro al alba). 

Tiempo después, entre cantos y risas, el excascarrabias y el zorzal fueron recuperándose.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Lo que no se dice


Cuando volvió del hospital, yo ya sabía su diagnóstico. No pregunté cómo le fue sino cómo se siente. “Mal”, respondió. Silencio en la cocina. Volví a reconocerlo en su rol de proveedor, cuando me ofreció comer chuleta. Luego, si se desahogó con alguien, fue cantándole a la perrita.

Nosotros, que solo nos abrazamos para los años nuevos, que hablamos más cuando discutimos, que rara vez nos invitamos a salir; me significa un desafío escalar su coraza (antes que él parta a la guerra), alcanzar su cima y encontrar lo que cuida y resguarda.

¿Quién conoce el corazón de su padre?

Imagen de Atrapalabras

domingo, 10 de noviembre de 2024

La cena progre

Una tormenta eléctrica. Un corte. Y una mano que rasga el aire con un cuchillo y se clava en un invitado. Vuelve la luz. El mango sobresale de la espalda de la víctima. El veredicto, unánime: fue el mayordomo. Aunque no hay mayordomo. Empezamos a culparnos, dejando afuera: afroamericanos, homosexuales y mujeres. O sea, nomás me culpaban a mí, el hombre heteronormativo. Iban a lincharme, hasta que escuchamos el llanto de la JAMÁS SEÑALADA: la

lesbiananegraveganafeministaconunoskilitosdemás.

Transmitiendo por Instagram, ella confesó matarlo por reírse cuando le sirvieron leche entera en vez de soya. Del otro lado, sus seguidores: “¡Bien, empodérate!”

Más progresía en El supermercado progre

sábado, 2 de noviembre de 2024

En un afán por olvidar

Intento contactar extraterrestres con una linterna: esto no me recuerda a nada vivido así antes. Unos contactados (seres tipo Generación de Cristal-Generación Z) se ofenden, declarándonos la guerra.

Entre despedidas, dedico un último microrrelato. Esperanza, tras leerlo, afirma que la fleché, halago que no me recuerda a nadie como ella. “¿Esperamos el fin juntos?” Esa noche la penetro, experimentando una satisfacción que no me recuerda a nadie como ella. 

Por amor, enfrento a los atacantes: esto no me recuerda a nada vivido así antes. Pero los invasores solo invaden las redes con un #CancelEarth.

Mi risa me recuerda a quien soy.

Canción "Doesn't remind me" - Audioslave

miércoles, 30 de octubre de 2024

Cualquier día puede ser martes 13

Josías, el desempleado, descansa en una plaza cuando ve unos billetes esparcidos por el suelo. Sin pensarlo, ayuda al afligido hombre a recogerlos el que, agradecido, le ofrece trabajo con posibilidades ambiguas de ser ciertas. “Mientras tanto, ayúdame: quédate el fajo. Lo podemos multiplicar, salir ganando los dos. Todo es legal. Aunque si caes, caes solo. Te contactaré”. Y desaparece. Sin embargo, Josías prefiere dejarle la plata a un mendigo, quien resulta ser un policía encubierto en una misión. “¡¿Pretende comprarme?! ¡¿De dónde lo conoce?!” Josías corre hasta otra plaza. Sentándose, cree haber pasado lo peor.

Lo caga una paloma.

viernes, 25 de octubre de 2024

(NO) Como la vida misma


Un escolar llega contando que su tarea se la comió un cocodrilo. No, no un perro. Lo deletreo: co-co-dri-lo. Todo porque toma atajos por un pantano para no llegar tarde al colegio (la de levantarse temprano no se la sabe, parece). Esta vez la mochila se desfondó y al agua cayó su cuaderno de matemáticas. Entre otros. "¡Excepto el que usa para escribir microrrelatos!", afirma la profesora. El escolar sonríe. "¿Qué es tan chistoso? ¿Ah? ¿Acaso me cree tonta, Julio David?". "No. Lo que pasa es que después de tanto, al fin puedo contar una historia con un final feliz".

Imagen de Atrapalabras

miércoles, 23 de octubre de 2024

Y vendrán plácidos domingos

Irónicamente llamado Plácido Domingo, este revoltoso martes en la madrugada, tras meses en la misma, ahora no iba a ser distinto armando sus escándalos, arrancando costras pasadas para revictimizarse, insultando, culpando a los padres por drogarse y autodestruirse. Aunque, esta vez, a Domingo lo arrestaron, ¡aleluya!, por ruidos molestos.

Camino a la patrulla, unos vecinos aplaudieron y pronto hizo ovación todo el barrio. La noticia se viralizó y hasta los astronautas de la EEI celebraron aplaudiendo. Es más, el primer mensaje oficial extraterrestre recibido por la humanidad, nos llegó ayer: desde la galaxia Andrómeda nos dieron las gracias por callarlo.

martes, 22 de octubre de 2024

La manivela

Nunca reparé en la manivela que sobresale de la pared en un pasaje, hasta que vi a un tipo moviéndola a medianoche. Me miró sin inmutarse. Tampoco me inmuté, pero por no saber cómo reaccionar. “Si te explico, no te asustarás”, dijo. Me acerqué. “Cuando giro esta manivela, doy cuerda al mundo. Lo hago girar, también”. Jugando, le pregunté si acaso cuestiones como el sufrimiento, con todas sus caras, persiste gracias a esto. Se encogió de hombros, para luego afirmarme ser Dios y que solo hace su trabajo. Entonces, arranqué el aparatito de la pared y lo agarré a manivelazos.

lunes, 21 de octubre de 2024

Perdonémonos

Seguiré pensando que te quiero, como cuando fuiste huésped en mi cuerpo y yo lo fui en el tuyo. ¿Pensándolo? Más bien sintiéndolo, hasta que la realidad se imponga en mi cansado, ojeroso, trasnochado sentimiento. Igual, para vencer distancias, me receto atardeceres que te acercan y veo azules pues, invariablemente, me llevan a tus ojos. 
 
A veces puedo con tu ausencia materializada en esta taza de té envuelta por mis manos, pero ¿qué hago con este "perdonémonos" atorado? Tal vez escribirlo, que añeje como el vino y, ya reposado, nos muestre una reconciliación nueva que nos alegre con pequeñas alegrías.

jueves, 17 de octubre de 2024

La cuerda blanca poseída


Donato, mi hermanito, se sabía un gran curioso, un ardiente aventurero, hasta que encontró una cuerda blanca que lo obsesionó, trastornó. 

El absurdo llegó cuando, amarrándose los pies a una viga, se lanzó sobre la mesa. Tendido boca abajo, arrasó con la comida. “¡Me siento vivo! ¡Quiero más!”, gritó. Emputecido, me subí a desamarrarlo. Mis papás conmigo. Donato nos insultaba pero, pronto, viendo nuestro sufrimiento, él mismo aflojó el nudo y cayó al suelo. Al incorporarse, un hilo de baba proveniente de arriba se posó en su boca. Entonces, alzamos la vista: un hombre, ahorcado, colgaba de la misma cuerda.

martes, 8 de octubre de 2024

Este microrrelato se cancela

Hoy, ocho meses después, mientras el elenco del microrrelato ensayaba, el protagonista llega tarde al set y, por diversión o maldad, arma un avioncito con mi guion y lo tira lejos. "¡¿De nuevo voy a interpretar al nostálgico quejoso?! -gritó-. ¡¿Sabes que puedo -y necesito- explorar otros temas, otros papeles?!". Agarra mi taza de té, afortunadamente tibia, y la vacía en mi cara. "¡Anda! ¡Ela xa non te quere! ¡Esquecela!". Exhausto, se sienta en el escenario y agrega: "No puedo más con este dolor".

Nadie supo si hablaba del personaje, de sí mismo o de sí mismo y de mí.

Ocho meses desde Los atípicos

lunes, 7 de octubre de 2024

No hallar los versos que nos contengan (y retengan)

Primera vez desnudos, como las palabras que nos convocaron, y nos revolcamos para abrazar toda diferencia, material morboso de tanta novela romántica. Afuera, la tarde caía ahogada sobre un mundo enmascarillado. Adentro, nuestro amor tomaba aire.

Besé esa lágrima rodando por su nariz vanidosa y respeté lo que callaba. Y así, callada, se inclinó invitándome a crear un Big Bang humano...

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Pero espera, ¿te acuerdas? ¿Dándole voz a los cuerpos sobre el sofá y la mesa o conociéndonos mejor al mirarnos? 

¡Ay soledad mía! Vivimos lo mismo, pero por solo registrarlo yo, donde termina mi memoria, no empieza la tuya.