¿Quieres conquistar su corazón? Amigo, tienes que ser sensible. No como mi marido, que cuando le comparto mis dramas se pone como piedra o se impacienta. Y esa es otra, sé buen oyente. No como mi marido. Por supuesto, sé fiel. No como mi marido, que ya antes de casarnos me ponía los cuernos. Sé atento: llámala, ofrécele tu compañía. No como mi marido, que debo acorralarlo para aclararle que lo necesito. Sé seguro. No como mi marido, que un día me cela y al otro me ignora. No, no seas como mi marido que me tiene más que conquistada.
lunes, 14 de febrero de 2022
viernes, 11 de febrero de 2022
El silbido
En la calle Miguel de Cervantes hay una casa reconocible por su vistoso árbol y también porque, y a modo personal para la señorita Sara, cuando pasa por al frente, ida y vuelta de comprar pan, le silban desde ahí. Vístase como se vista. Y no está bien, piensa, y se cohíbe y enoja. Muchas cuestiones tóxicas mascullaba contra el machismo cuando por fin se atrevió a encarar al hombre tras el silbido. Llamó a la casa y del hueco del árbol se asomó un loro que, viéndola, le volvió a silbar. Ella reconoció ese sonido. Y también su decepción.
lunes, 7 de febrero de 2022
El reencuentro
-¡Salud por este reencuentro,
amiga!
-¡Salud!
-Y también brindo porque vas a pagar la
cuenta.
-Claro.
-Era broma.
-Tranquila. Incluso pide más
si quedaste con hambre. Yo cancelo al salir.
-Ay, deja de lucirte,
sé que te está yendo bien en el trabajo.
-Y a propósito, voy a
llegar tarde. ¿Vas a pedir algo más?
-Primero responde, aquí
entre nosotras, ¿cuánto ganas?
-Pues lo de siempre: una
mierda.
-¿En serio? ¿Y te puedes dar estos lujos? ¿Con una
mierda?
-¡Con una mierda hasta me sobra, fíjate! Ya, me
voy.