lunes, 11 de marzo de 2019

Malentendido

Pasaba fuera de un Sex Shop y una canción empezó a sonar. Entré para poder escucharla mejor. Era de mi infancia remota. Sus notas musicales abrieron mi memoria y corazón como una gozosa flor diurna. Llevaba décadas sin escucharla. Al poco rato el empleado me sacó del trance. “¿Puedo ayudarlo?”. “Por ahora estoy mirando”. Estábamos solos. Me di unas vueltas. De pronto, al segundo coro del tema, me detuve frente a un pene de goma del tamaño de un bate y sollocé. “¿Le trae malos recuerdos?”, preguntó. “Al contrario -respondí- me trae lindos recuerdos”. Quizás qué habrá imaginado el tipo.

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