sábado, 6 de abril de 2019

En un restaurant

Perdón que los moleste. No se asusten, va a ser un minuto. Permiso. Lo que pasa es que llevo una hora esperando que los meseros me atiendan. Pero soy indigente. Aunque por indigente que sea, me gusta comer bien. Una vez al año, pero comer bien. Ya junté la plata, tranquilos, no voy a pedirles nada. Lo único que quiero es que no me ignoren más. Entonces cuando el mesero venga a preguntarles qué van a servirse, va a estar obligado a preguntarme a mí también. Y cuando me traigan mis tallarines con salsa, me cambio de mesa. Lo juro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN