martes, 2 de marzo de 2021

Otro gatito

Hija, en la iglesia Santa Ana trabajaba un niño, Javier, vendiendo rosarios hechos por su mamá postrada en cama. Él era tan chico como tú, pero su alma era un ejército. Y me dolió saber que inhalaba pegamento porque eso lo terminó matando. Pero lo entendí: todos buscamos adormecer nuestras penas. Mañana nos sacudirá una tristeza más grande y para relacionarnos con ella cara a cara, debemos amistarnos hoy con la más pequeña. No es sano aferrarse al bienestar todo el tiempo ni correcto adoptar a otro gatito solo para que te sientas mejor. Llora al que murió sin miedo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN