Sentados bajo un árbol, sobre el hombro de Cintia aterriza una hoja. La tomo
y le rozo la cara. Así despierta. Se la muestro y sonríe. Y cae
una segunda, acomodándose en mi cabeza. Ahora soy yo quien no se
aguanta la risa y, sin levantarnos, miramos arriba: multitudes de
hojas descienden, tranquilas, sobre nosotros. Una luz solar templada
se filtra entre ellas, iluminando a intervalos el desplome, el baile
de hojas tostadas que nos llueve, acaricia y rodea. Es todo tan
bonito y extraño, que nos dejamos cubrir por completo por la
hojarasca.
Cuando
salimos ya es, anticipadamente, invierno.
Canción "Un instante antes" - Jorge Drexler
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