La vacuna empezó a repartirse para las navidades. Esto le dio un nuevo aire al cristianismo, atribuyéndose una proeza científica y humana. Pero ¿dónde estaba Dios cuando el vuelo con las dosis a mi país fue secuestrado por terroristas? ¿Es porque somos pobres que a nadie le importa? Si fuese conspiranoico, lo agradecería: ellos afirman que las vacunas nos vuelven todavía más tontos, o vienen con un microchip para rastrearnos. ¡Qué payasos! Igualmente no deja de ser sospechoso que quienes no están vacunados, los discriminan por cualquier cosa. La inyección es voluntaria, pero te hacen sentir mal por no ponértela.
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