sábado, 1 de febrero de 2025

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Me cargan las muletillas. Me cargan las mías cuando contamino el habla con ellas. Y Hermes, un vecino, resume cuánto las odio. No hay oración que no la empiece refiriéndose a sí mismo con UNO. Y cuando está estresado, exaspera su monólogo interminable: "Uno se esfuerza; uno no es valorado; uno se agota". ¡Más agotado me tiene él!

Un día empecé a contárselos y, cuando llegó al UNO 45, tapé su boca para activar el código sagrado de la paz interior. Lo último que alcanzó a decir fue: "Uno quiere descansar". Por eso le pongo punto final a esta cuestión.

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