Primera parte
¿Qué te pasó, Iván? Esperaba encontrarme un cura, pero me abre la puerta un hippie. No desarreglado, no, ordenadito: empezando por su conocimiento sobre distintas corrientes espirituales. Sonrío y le digo que lo imagino desparramando su fe en cualquier cosa. “Exacto”, responde. “Como en este plato: te puede salvar la vida. Pero no es el plato, es tu fe canalizando. Así lo atraes, trabajan juntos, entregándole un poder que viene de ti". Después, me pide subir a una bicicleta sin frenos que tenía. Y agrega: “Pedalea hacia esa pared y, sin parar, ten fe que no te estrellarás contra ella”.
Segunda parte
"Hombre de poca fe", me dirá culpándome cuando me vea estampado como mosca. ¡No, no me estrellaré contra ella!, me repito conforme aumenta mi pedaleo. ¡Verdad, el plato! Mis esfuerzos no deben estar puestos en la pared, sino volcados en la bicicleta, el instrumento para expresar mi fe. ¿O en un plato? Bien, pongámonos raros, qué más da. ¡Pero con fe! "Hombre de mucha fe", me diría Iván, pues ¿cómo podría salvarme un plato? Justo entonces me pego un tortazo, leve pero tortazo: no con la pared, sino que con un camión que salió de la nada y transporta vajilla.
A veces las interconexiones cósmicas de energía, sufren corto circuitos como el q sufrió el protagonista de tu historia y fue taaaanta la fé q puso q se le cruzó un camión lleno de platos , la verdad entre estamparte con tra un muro y se aplastado por un camión, creo q va a dolerle menos el muro...mi consejo es q pedalee flogito , con fé o sin fe, pero despacito para poder frenar a tiempo ; )
ResponderBorrarAbrazo fuerte hasta vos!
jajajajajjajaja...
ResponderBorrarLo del camíon y la vajilla... ¡Mundial!
Abrazos Julio.
Los caminos del Señor son inescrutables. Por lo menos cobrará del seguro.
ResponderBorrarAbrazooo
Jjajaja nada más y nada menos con un camión, no con la pared jajaja madre del amor hermoso jajajaja para que tengamos fé jajajaj.
ResponderBorrarFeliz fin de semana.
Besos.
Es que, ya se sabe, no hay que fiarse mucho de los salvavidas que tanto abundan...
ResponderBorrarFeliz domingo, amigo.
Aquí de acuerdo con Ildefonso,abrazos
ResponderBorrar¿Quién la manda a distraerse con nimiedades mientras pedalea?
ResponderBorrarSaludos!
J.
Ten fe que no te estrellarás contra ella, lo que no le dijo es que se iba a estrellar con el camión.
ResponderBorrarAbrazos y besos
No hay que fiarse los que creen en milagros o en el poder de la mente.
ResponderBorrarUn abrazo.
Si ya los curas consiguen que algunos traguen con lo que sea mediante la fe, imagínate un cura hippie.
ResponderBorrarHola, Julio David.
ResponderBorrarLa fe inquebrantable no es correcta. Hay tantos factores que se tienen que tener en cuenta, pero no pueden decirnos cree en esto y te salvarás, porque no es así. Otra cosa es que ésta misma fe transmita sosiego, permita que el desenlace sea cual sea más llevadero. Entonces es hasta necesaria.
Estupenda crítica, con moraleja incluida.
Un abrazo.
Si se concentraba lo lograba :D
ResponderBorrarUn abrazo!
y cada vez menos consagrados , en muchas partes ya no hay quien haga el responso , solo algunos miembros laicos con algunos cursos , es una pena
ResponderBorrarbuen comienzo de semana
Pues yo diría que se obró un milagro... Ni el camión ni la vajilla que transportaba eran casuales. Una lección desenmascarado farsantes...
ResponderBorrarMuy bueno! 👏🏼👏🏼👏🏼