sábado, 31 de agosto de 2024

Con los pies en la tierra

“Al fin, con orgullo, puedo decir que vivo con los pies en la tierra”. Con estas palabras, José terminó el discurso con que se graduó, tras un año de sobriedad, en el centro de rehabilitación.

En casa le esperaba una fiesta sorpresa. No es para menos. Y José, que estaba sensible, lo lloró todo. Y lo agradeció todo. Y se comprometió, por un mejor futuro, con todo. Tan sensible andaba, que cuando sentados a la mesa empezó un temblorcito, nada grave, José, por no haber tenido los pies en la tierra durante tantos años, fue el único que salió arrancando.

& Alís

18 comentarios:

  1. Una sensibilidad arrancada con años.
    Abrazo.

    ResponderBorrar
  2. Logro merecido tras el esfuerzo.
    Ya lo del correr..., la anécdota!
    Abrazo Julio.

    ResponderBorrar
  3. Los demás debían tener las sillas muy altas y no tocaban de pies a tierra. o quizás eran electricistas y llevaban calzado antishock.
    Total, correr es sano, o sea que igual da.
    Abrazooo

    ResponderBorrar
  4. La novedad le pilló por sorpresa, ya se acostumbrará s tener los pies en la tierra 😅

    Mil besitos con cariño, David y feliz septiembre ❤️

    ResponderBorrar
  5. Efecto de la sobriedad. Ya se irá acostumbrando a sentir los pies en la tierra . Un abrazo

    ResponderBorrar
  6. Una simpatica historia, que nos induce a pensar...
    Un abrazo, amigo

    ResponderBorrar
  7. Alguna ventaja tenía que tener.
    Muy bueno.

    ResponderBorrar
  8. De algo le sirvió su pasado.
    Abrazos.

    ResponderBorrar
  9. Hola, Julio David.
    Tu escrito dentro del mensaje que deja, de la realidad en la que reside es profundamente bonito. No le pasará nada, aprenderá, porque se puede caer, siempre, mil veces, pero lo importante es ser consciente de los errores.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderBorrar
  10. Es normal que echara a correr. La sobriedad te muestra lo horrible que es la realidad, y la ebriedad la desdibuja haciéndola más asimilable.

    ResponderBorrar
  11. "Hombre precavido vale por dos" Los demás le mirarían como un bicho raro.
    Interesante relato Julio David!
    Un abrazo con palmada :)

    ResponderBorrar
  12. Si vive en Chile de seguro fue temblor
    Pero si no, es que aterrizar es una experiencia mortificadora pero enjundiosa
    Buena semana 👍

    ResponderBorrar
  13. ¡Qué hermoso es cuando alguien se rehabilita y se inserta de nuevo en la sociedad!... Lo del temblor, una anécdota. Había olvidado que vive al sur del mundo y, los temblores son una constante.
    Abrazos Julio David

    ResponderBorrar
  14. Mantener los pies en la tierra no es nada fácil. Ahí que muy equilibrado entre lo que se piensa y se hace. Un saludo para ti.

    ResponderBorrar
  15. Nunca es tarde...
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  16. Querido Julio, siempre la vida te da otra oportunidad y José la supo aprovechar, algo muy difícil de conseguir por eso tiene mucho valor.
    Abrazos y te dejo un besito

    ResponderBorrar
  17. Buen fin de semana 👍

    ResponderBorrar
  18. Una sensibilidad extrema... que parece que los otros no alcanzan.
    👏🏼👏🏼👏🏼

    ResponderBorrar

El COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN