miércoles, 27 de noviembre de 2024

Saber sintonizar

La niña de una casa olvidada por Dios, giraba la perilla de una radio vieja. De pronto, la desatornilló. Desconcertada, la escondió, olvidándola.

La radio quedó fija en un dial que transmitía puras malas noticias. Y el papá, entre más se informaba, más inminente veía el fin y más raro al vecino. Decidida, la esposa tomó la radio pero el esposo también y la tiró hacia él con fuerza, estrellándola. El impacto cambió el dial, sintonizando un programa que celebraba cómo disminuyó la criminalidad. 

El hombre miró por la ventana. Pasaba el vecino. Lo saludó. No se veía tan raro.

jueves, 21 de noviembre de 2024

La reserva oculta

En Afar, Etiopía, donde la sed mata, una modesta organización humanitaria (con más entusiasmo que planificación), instaló una tienda para repartir botellas de agua a los pobladores, entre ellos Solomon. Él, como pudo, pasó al frente entre gente agolpada, enrabiada, pidiendo, exigiendo, arrebatando envases. Cuando la coordinadora les informó que alcanzaron el límite del día, los reclamos pasaron a ser amenazas. Muchos se retiraron ofendidos, pero Solomon, no. Con las manos vacías y la boca seca, dijo: “Gracias por regalarnos agua”. La coordinadora asintió. Tomó cuatro botellas de la reserva del equipo y, entregándoselas, dijo: “Ten una por cada palabra”.

martes, 19 de noviembre de 2024

Resonancia & RResonancias

Deambulaba ausente por la casa. Este sesentón cascarrabias fue melancolizándose, embriagándose de tristeza por su enfermedad. 

Una mañana notó que los pájaros, en amaneceres nublados, cantaban más alegres, revitalizados. Se propuso imitarlos, para vibrar como ellos en la misma nota de alegría sanadora. Pero al tercer día, sintiéndose ridículo, desistió. Cuando cerraba la ventana, un zorzal, con la patita herida, aterrizó sobre el marco, expectante. Entonces el hombre redefinió lo imposible, carraspeó, tomó aire y ¡explotó a carcajadas! (Y luego sí, ambos formaron un coro al alba). 

Tiempo después, entre cantos y risas, el excascarrabias y el zorzal fueron recuperándose.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Lo que no se dice


Cuando volvió del hospital, yo ya sabía su diagnóstico. No pregunté cómo le fue sino cómo se siente. “Mal”, respondió. Silencio en la cocina. Volví a reconocerlo en su rol de proveedor, cuando me ofreció comer chuleta. Luego, si se desahogó con alguien, fue cantándole a la perrita.

Nosotros, que solo nos abrazamos para los años nuevos, que hablamos más cuando discutimos, que rara vez nos invitamos a salir; me significa un desafío escalar su coraza (antes que él parta a la guerra), alcanzar su cima y encontrar lo que cuida y resguarda.

¿Quién conoce el corazón de su padre?

Imagen de Atrapalabras

domingo, 10 de noviembre de 2024

La cena progre

Una tormenta eléctrica. Un corte. Y una mano que rasga el aire con un cuchillo y se clava en un invitado. Vuelve la luz. El mango sobresale de la espalda de la víctima. El veredicto, unánime: fue el mayordomo. Aunque no hay mayordomo. Empezamos a culparnos, dejando afuera: afroamericanos, homosexuales y mujeres. O sea, nomás me culpaban a mí, el hombre heteronormativo. Iban a lincharme, hasta que escuchamos el llanto de la JAMÁS SEÑALADA: la

lesbiananegraveganafeministaconunoskilitosdemás.

Transmitiendo por Instagram, ella confesó matarlo por reírse cuando le sirvieron leche entera en vez de soya. Del otro lado, sus seguidores: “¡Bien, empodérate!”

Más progresía en El supermercado progre

sábado, 2 de noviembre de 2024

En un afán por olvidar

Intento contactar extraterrestres con una linterna: esto no me recuerda a nada vivido así antes. Unos contactados (seres tipo Generación de Cristal-Generación Z) se ofenden, declarándonos la guerra.

Entre despedidas, dedico un último microrrelato. Esperanza, tras leerlo, afirma que la fleché, halago que no me recuerda a nadie como ella. “¿Esperamos el fin juntos?” Esa noche la penetro, experimentando una satisfacción que no me recuerda a nadie como ella. 

Por amor, enfrento a los atacantes: esto no me recuerda a nada vivido así antes. Pero los invasores solo invaden las redes con un #CancelEarth.

Mi risa me recuerda a quien soy.

Canción "Doesn't remind me" - Audioslave