lunes, 30 de junio de 2025

Donde termina

-Ayer encontré en la basura un poema dedicado a tu ex. Se notaba amor ahí.
 
Ella, sentada en la cama, suspira humo con cansancio.
 
-Hasta que desapareció. 
-¿En serio? 
-En mi corazón, sí. 
-Qué miedo. Pensé que de verdad. 
-Incluso siento que jamás lo amé. 
-Nadie puede desaparecer del todo si le guardas un buen recuerdo.

Él se acerca, intenta abrazarla, pero la traspasa y cae. Ella, fumando, lo observa. Una lágrima le responde lo que él no se atreve a preguntar. 

Desconcertado, el hombre va hacia la puerta. Toca la perilla, pero no ve su mano.
 
Hasta que desapareció.

domingo, 29 de junio de 2025

El enemigo

José iba a cruzar el umbral cuando una energía amable le hizo retroceder unos pasos. Bajo la confundida mirada de la dueña de casa, volvió a intentarlo, provocando que esta fuerza, ahora no tan amigable, lo empujara. Luego, un cuchillo voló hasta frenarse justo frente al pecho del hombre. Muebles, sillas, ceniceros y otros objetos se arrastraron hacia la puerta, bloqueándole cualquier avance. Entre ellos, un cuaderno que ella reconoció suyo. No uno cualquiera. Y lo sabía. Lo tomó y hojeó hasta encontrar un poema donde, a José, lo declaraba su “enemigo”. Arrancó esa hoja. El cuchillo cayó al suelo.

lunes, 23 de junio de 2025

Gestación oscura*

Un grito desde el baño. Al llegar los padres, encontraron a Ignacia -la oveja negra, la hambrienta por crear conflictos, romper la armonía- sentada junto al inodoro con la tapa abierta. Llorando, confesó: “No sabía que estaba embarazada”. El padre les recomendó no manipular a la criatura hasta consultarlo con un médico.

La madre se animó a mirarla. Lo que flotaba en el agua tenía una boca con dientes afilados. Sonreía. Entonces, una certeza la impulsó a meter la mano y llevársela, tirándola al jardín. Lo que sea que cayó ahí se adentró en la tierra. Las flores se estremecieron.

*Finalista entre 490 cuentos en un certamen latinoamericano de terror/gore
Editorial Nueva Bestia
Julio 2025

viernes, 20 de junio de 2025

Resistencia al frío

Un Sol lánguido cruzaba apenas por sobre el horizonte, alargando, naturalmente, sombras.

El recién llegado invierno las manipulaba.

Así, en un comedor, la sombra estirada de un florero vacío. En la cocina, la sombra desmedida de una taza de té fría. Cada sombra de cada objeto, alargada todavía más por el invierno, confluía y buscaba a Mónica, escondida bajo cama. Ella escuchaba cómo, al paso gélido de las sombras, las paredes se cristalizaban, crujían... Pero entonces llovió... Las sombras retrocedieron. Mónica se tocó el corazón, aliviada: sus malos recuerdos no alcanzaron a cristalizarse. Y podían seguir fluyendo hacia la aceptación.

domingo, 15 de junio de 2025

Otro año sin saludarlo

Don Canelo decidió esperar, dejarse sorprender. Y lo hizo, preparándose para lo mejor. El empeño en lustrar sus zapatos, los cortes al afeitarse después de tanto, reflejaban su optimismo. Prendió la tele, poniendo más atención al celular.

Se hizo de noche, cuando decidió no seguir esperando. Prefirió, como el año pasado, sorprenderlo. Salió. Caminó hasta llegar a una puerta. Corrió una lágrima. Se sonó tan fuerte, que ni tuvo que golpear. Abrió un niño: “¡Hola, tata!” Detrás, un joven: “Papá, ¿qué hace aquí?” Don Canelo se acercó a su hijo y lo abrazó. “Feliz día del padre”, dijo el padre.

miércoles, 11 de junio de 2025

Hormalza

Primero de reojo, luego un contacto visual y una sonrisa. Nos reconocemos. Nos levantamos al mismo tiempo. “Me levanté para saludarte”, dice ella. “Yo también”, respondo.

Conversamos, nos ponemos al día. Al despedirnos, tras el abrazo, un botón de mi chaqueta queda abrochado en el ojal de su abrigo. Lo desabrocho. Al girarnos, un fleco de mi bufanda está enganchado en su aro. Lo corto.

Entonces, lo veo: un hilo rojo cuelga de mi meñique. Sigo con la vista su trayectoria. Hormalza ríe, tapándose la boca. Y en esa, su mano, el hilo termina. O empieza.

Esto no lo separo.

martes, 3 de junio de 2025

Un fractal en la eternidad

En ciertas noches, para cerrar con broche de oro un día hermoso, ponían audios de Galeano leyendo sus cuentos.

Ella, venida desde un mar en brumas y lluvias suaves, apoyaba su cabeza en el pecho de aquel nacido bajo la cordillera. En la cama hallaban un territorio compartido, entretejido, y en sus pliegues, el amor escondido.

Y justo cuando el sueño los había acurrucado, el maestro les relataba un microrrelato al que le tenía especial aprecio, uno sobre una pareja que, en ciertas noches, para cerrar con broche de oro un día hermoso, ponía audios de Galeano leyendo sus cuentos.