martes, 25 de marzo de 2025

Alicia va en el coche

Alicia va en el coche, mirando absorta el azul profundo del cielo. A veces unos pájaros le llaman la atención, a veces unas nubes y otras, Dios. Justo entonces, prefiere pensar otras cosas. Le cuesta adivinar la hora; menos todavía si acaso es jueves o domingo. ¿Será que el tiempo se detuvo? Pero de ser así, ¿cómo es que escucha el trote hipnótico de los caballos que tiran del coche? De lo único que está segura es que la llevan a encontrarse con su papá. 

-Tía, ¿falta mucho? -pregunta la pequeña Alicia.

Silencio.

La mujer está absorta en el camino. 

jueves, 20 de marzo de 2025

Marchita

El otoño había hecho lo suyo.

Marchita despertó al costado del camino. Mareada, con la extraña sensación de que ella pertenecía a uno de esos árboles que se alzaban detrás. Árboles que ahora formaban un bosque cerrado, una pared oscura. El viento la arrastró por el frío asfalto, alejándola de su origen. Fue a parar al jardín de un kindergarten. Ahí, una niña recogió a Marchita y la usó en un decorado: la pegó con cinta a un palo seco, el que era parte de una escenografía para recrear el otoño. Entonces, Marchita, agradecida, pensó: “Por fin estoy en casa”.

lunes, 17 de marzo de 2025

El espejo

Sonriente, se peinaba mirándose al espejo. Su reflejo, de pronto, ladeó la cabeza y se rió. La niña, gritando, corrió a los brazos de un adulto. Se prometió nunca jamás volver a tal rincón del patio.

Unos inviernos después, la ahora adolescente rompió su promesa y fue a esa esquina. Rechazada, corazón palpitante, ojos llorosos, llegó a ese espejo especial para recordarse de cuando era feliz. “¡Ríete!”, ordenaba a su imagen. No hubo caso. 

Una primavera, pero ya siendo joven, y mientras ordenaba otras cosas, se encontró con el espejo. Se miró con aceptación. Y entonces, su reflejo le sonrió.

viernes, 7 de marzo de 2025

Buenos&Malos

-Maestro, ¿por qué a gente buena le pasan cosas malas?
-Porque te consideras bueno, ¿cierto?
-Sí.
-¿Bueno como el techo que acumula nieve y no colapsa?
-Eehh...
-¿Bueno como las ventanas que no estallan por alguna ráfaga? ¡Imagínate, con tanta vela presente, el incendio que se armaría! ¿O tan bueno como el té que puedes tomar en confianza, sabiendo que no soy tu enemigo?
-Pues...
-¿No te parece bueno estar cobijado aquí, ahora, en cuerpo y mente?
-Sí. 
-La vida te cuida, pero no lo ves ni agradeces. ¿No serás una persona mala a la que le pasan cosas buenas?

viernes, 28 de febrero de 2025

Luche


Los ojos de Celeste estaban clavados en unos niños que dibujaban afuera, con tiza, un luche. Poco aguantó el escándalo feliz de estos “mocosos impertinentes”, como les gritó la mujer por la ventana. Luego, les tiró lo primero que palpó a su alrededor: una foto, enmarcada, de cuando era niña: cayó justo en la casilla final. Espantados los niños, salió a buscar la foto. Atravesó las casillas, la recogió y, al salir del juego, se encontró rodeada por vecinos más que asombrados. Le contaron que estuvo un día entero jugando al luche. Algunos, incluso, aseguraron ver la niña en ella.

Imagen de Atrapalabras

sábado, 1 de febrero de 2025

1

Me cargan las muletillas. Me cargan las mías cuando contamino el habla con ellas. Y Hermes, un vecino, resume cuánto las odio. No hay oración que no la empiece refiriéndose a sí mismo con UNO. Y cuando está estresado, exaspera su monólogo interminable: "Uno se esfuerza; uno no es valorado; uno se agota". ¡Más agotado me tiene él!

Un día empecé a contárselos y, cuando llegó al UNO 45, tapé su boca para activar el código sagrado de la paz interior. Lo último que alcanzó a decir fue: "Uno quiere descansar". Por eso le pongo punto final a esta cuestión.

viernes, 31 de enero de 2025

3333

En el paradero, Félix encuentra tres billetes de un dólar. Nada que agradecer: necesita plata, pero en peso chileno. Igualmente los recoge. Mira la hora: 3:33 am. Aparecen tres mocosos. Lo molestan, se mofan. Félix, aterrorizado, solo piensa en la llegada del bus, recorrido 3333. Repite esa secuencia.

En la enumeración 45, lo empujan, otro saca un cuchillo, Félix se desconcentra pero, sin saberlo, activa el código sagrado de la gratitud. Trastabilla, suelta los dólares y choca contra el recién llegado bus. Los tipos huyen con esa plata. Eso querían. ¿O el bus los espantó? Félix tiene mucho por agradecer.

lunes, 27 de enero de 2025

545

Clara quería que Basilio contestara para sacarse las ganas de decirle: “¡No, yo termino contigo!”. E inmediatamente colgarle. Difícil, pues el hombre cambió de número y Clara solo recordaba que empezaba con 545. Obsesionada, cada vez que marcó, no pasó de esos tres dígitos. Al intento 45, desistió.

Sin embargo, sin saberlo, había activado un código sagrado: en este caso, recibir regalos del universo.

Esa tarde, viendo la lotería, se percató que lo números aparecían siguiendo el orden telefónico de Basilio. ¡Qué regalazo! Los anotó, mas no lo llamó. Es que el verdadero regalo fue otro: aprender a soltar.

domingo, 19 de enero de 2025

Esta semana entró un pajarito a mi casa


¿Cómo yo, adulto, ni tan viejito como mi papá, no se puede levantar de la cama? A propro, a propósito, hay una enfermedad de los señores mayores que los hace olvidar cosas, pero hasta ellos se acuerdan de seguir adelante. O, a lo mejor, no se lo cuestionan. En cambio, yo me aburro adentro y afuera de mi cuerpo. Y eso que me pasaba preguntando todo. Era como un niño triste. Ahora nomás quiero saber cuándo voy a despertar. Esta semana entró un pajarito a mi casa y canta por las mañanas. Me quiere ayudar a abrir los ojos, ¿verdad?

Imagen de Atrapalabras
Canción "¿Dónde estoy?" - Avalanch

miércoles, 15 de enero de 2025

Cuarenta días después

Izan, en un restorantucho, parecía estar solo. No miraba reloj ni celular, solo sus puños cerrados sobre la mesa. Al llegar Darío, su acompañante, siguió en lo mismo, aunque sonrió. Era raro ver a Darío usando lentes oscuros, siendo miope, pero no hablaron de eso. Como tampoco cuando Darío, reacomodándose en el asiento, se quejaba adolorido. No se veían desde hace cuarenta días, cuando Izan fue condenado por violencia intrafamiliar. Y sobre eso Izan sí quería hablar, pero... “Tranquilo”, dijo Darío, posando su mano sobre las de él, haciendo que Izan, finalmente, lo mirara con ojos llorosos. “Te perdono, hermano”. 

jueves, 9 de enero de 2025

Hierba de la Gracia o Hierba de las Gracias

Iblis puteó cuando su mamá volvió cargando una ruda en lugar de plata. Confiaba, otra vez, que sería económicamente ayudado. Es poco, pero le debe a gente con poder y estatus en un submundo donde a cada historia problemática, le dan un final abierto: abierto en el cráneo impactado por un balazo.

Esa noche, Iblis decidió robar la planta para revenderla. La encontró tapada por un pañuelo blanco con dos orificios frontales. Extraño, pero igualmente la destapó. Justo entonces, escuchó un “¡buuu!”. Paralizado, miró alrededor. “Sería chistoso, pero no. Nosotros espantamos tus malas energías de otra manera”, dijo la ruda.

lunes, 6 de enero de 2025

No-Agustín

Me encontré con Agustín. Estaba en silla de ruedas. ¡Qué tipo más bueno para quejarse! Así lo recordaba. Nada estaba bien. Ni él.
 
Perdió su movilidad corriendo tras su pareja (harta por no ser valorada). Como logró escapar, Agustín pensó que sus piernas no servían para nada. Y se desplomó. También empezaron a caérsele los dientes cuando decidió no salir más a un mundo que no le motibava sonreír. 

Vivía de allegado. Ocupaba el sofá, pero por quejarse de la incomodidad, lo mandaron al patio.

Tiempo después lo visité. Encontré su cabeza, consciente, pero flotando en un frasco con formol.  

viernes, 3 de enero de 2025

El niño adorno

Para despedir el 2024, acordaron, nada nuevo, familiares y amigos una última gran reunión, con jolgorio. Sin embargo, entre los invitados, incomodó la llegada del hijo malcriado de una pareja: niño que llamaba la atención para mal.
Sorprendentemente, esa noche se comportó. Y eso que durante la cena le prohibieron opinar en conversaciones de adultos. Tampoco le dejaron jugar para no ensuciarse antes del año nuevo. Mejor lo sentaron y olvidaron frente al televisor.
A las 12, momento de los abrazos, el niño se acercó a un invitado por la espalda, que ni conocía, y dijo: “Yo también estoy aquí”. 

domingo, 29 de diciembre de 2024

Corrector de Whatsapp (5)

Entro caja al 2025. Fuimos una sola arma por tanto, que desapegarnos fue tocar suelo y pisar mal.

La respuesta es simple: la gata, guiada por nuestra estrella solitaria, transitó por la última cata, el último corralón, y partió a acurrucarse al regazo de Hércules. El mañana sutura talleres que la asientan.

Más que proyecto de vida, ella era la vida en mi día a día. De magullada y al teléfono su amortiguador, mis brumas malas, el amenazar, las gracias.

¿Entro caja al 2025? Pues decreto recuperarme de eso, mientras escribo esto a la tuna como antes a mi galleta.

miércoles, 25 de diciembre de 2024

El saco vacío

Zacarías, apurado, insistió en levantar los platos de la mesa. Después, ayudó a recostar a sus padres frente al árbol de pascua. La idea era que ellos le dieran la espalda a su hijo para que Zacarías tuviera tiempo de disfrazarse de Viejito Pascuero. Con barba, panza y toda la parafernalia. 
“¡Feliz Navidad!” (con vozarrón impostada). "Dense vuelta” (y una risa también impostada). Transpiraba. Los papás giraron, gritaron. Pero sus mordazas, sus manos amarradas... Zacarías, de la bolsa sin juguetes, extrajo una carta escrita por él en 2024, cuyo único deseo para esta Navidad es: “Por favor, una familia unida”.

jueves, 12 de diciembre de 2024

En este sueño (2)

En mi fila, hombres esperaban entrar a un escenario onírico donde iban a imaginarse o a recordar su pelo largo. Entonces, un Hola me hizo girarme. Era la recurrente. “¡Te atrapé!”, gritó. “Hasta cuando no te busco, te encuentro”, le dije. “Es que ahora soy yo la que está soñando contigo”. “No, aquí estoy solo con mi inconsciente”. La recurrente se puso a reír. “Entre el entrelazamiento cuántico y las galaxias conectadas por una red de materia oscura, ¿el señorito ego se cree una isla?"

Me pidió que tomara su mano. Al hacerlo, desperté: persistía su calorcito entre mis dedos. 

martes, 10 de diciembre de 2024

Crecer es, paradójicamente, limitante

Se burlaban de Lucas diciéndole que vivía en la Luna. ¿Por distraído? No, por fantasear. Así, prefería pasársela solo. Cierta tarde, en el patio, observó a un gusano entrar por un agujero. Cuando levantó la vista, un astronauta, también llamado Lucas, estaba frente a él. “Me echaron de la Estación Espacial Internacional -explicó el visitante-. Dijeron que vivía en la Tierra”.

El Lucas adolescente preguntó: “¿Por qué no estamos alineados con el universo? Si es infinito, también deberíamos pensar en grande, ¿no?”

El Lucas adulto, astronauta, nomás pensaba dónde habría una playa cerca para meter los pies en la arena.

Canción "Caravan" - Rush