domingo, 6 de octubre de 2024

No siempre hallamos los versos que nos contengan. Y retengan

Primera vez desnudos (como las palabras que nos convocaron), nos revolcamos para abrazar toda diferencia, material morboso de tanta novela romántica. Afuera, la tarde caía ahogada sobre un mundo enmascarillado. Adentro, nuestro amor se aireaba.

Besé esa lágrima rodando por su nariz vanidosa y respeté lo que callaba. Y así, callada, se inclinó invitándome a crear un Big Bang humano.

- - -

¿Después qué? ¿Le seguimos dando voz a los cuerpos sobre el sofá o la mesa? ¿O nos dedicamos a mirarnos? Qué irreparable saber que habiendo vivido lo mismo (por solo registrarlo yo), donde termina mi memoria, no empieza la tuya.

1 comentario:

El COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN