lunes, 30 de septiembre de 2024

Mea culpa

En nuestra última conversación, toqué un tema apenas asomando la punta del iceberg, sobre el recuerdo ese que solo sirve para poner trampas y hurgar en la llaga. Recuerdo ese que, violentamente, ocupa espacio entre nosotros, alejándonos, enemistándonos, enmudeciéndonos.

Tanto acapara el recuerdo ese, que el juego de ajedrez con que nos gustaba picarnos, lo veo vaporoso. La taza que le gustó y me regaló, sabiendo que me gustaría, parece una aparición fantasma. Y los atardeceres, que siempre gustamos compartir por sus colores vivos, se han desteñido.

Quizás por el recuerdo ese, ella vaya olvidando lo que nos gustaba, desmaterializándolo.

3 comentarios:

  1. La esencia de un micro... ¡Sin duda!

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  2. Los recuerdos pueden ser traicioneros. Unos se exageran y otros se evaporan.
    Un abrazo.

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  3. Cómo podría olvidarse?
    ponte manos a la obra, te darán el Nobel.
    o un contrato con Total Recall. Bueno, dos.
    Abrzzooo

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