El romper del alba coincidió con el romper de una rama pisada por un cazador. Un brinco de mamá canguro, exagerado por el terror, la hizo perderse entre los árboles. Al detenerse, notó el vacío. ¡Su cría! ¡Chispa!
El bosque había despertado y el ruido la distraía. ¿La dejó? ¿Se cayó? Confundida, culpó al zorro de robársela. La serpiente sonrió. El vuelo de un águila le devolvió su esperanza y la siguió hasta la cima del monte… Pero nada.
El caer de la noche coincidió con su caer. Se quedó tendida. Rendida. Entonces, del fondo del marsupio, emergió esa Chispa.
Como decimos por acá, nunca es tarde si la dicha es buena.
ResponderBorrarUn abrazo.
Me ha conmovido esta madre canguro, tan humana en su miedo, su culpa, su rendición… y esa chispa final que devuelve la esperanza.
ResponderBorrarGracias, Julio David, por este retrato tan íntimo de lo que nunca se rinde.
La vida no siempre se da por vencida ni cae rendida... En buena hora!!
ResponderBorrarSiendo tan minipequeño (a mi me echan medio kilo más en ls mochila y fijo wue me doy cuenta), y dentro del marsupio, ¿quien iba a detectar el fallo en matrix?
ResponderBorrarAbrazooo
Gabiliante, el miedo (y en este caso de la mamá canguro el Terror), distorsiona la percepción de la realidad. Imagínate en un cuadro de shock emocional: la Matrix opera a sus anchas. Te invito a ver cuándo ocurre el Fallo. Un abrazo psicológico.
BorrarTras el susto, nos vienes con la tranquilidad, de que todo está en orden.
ResponderBorrarUn abrazo.
una vez mi hijo se me perdió de la vista en el Preunic y el terror es real , se siente en las entrañas literal , no sé si a los hombres le ocurre algo así , pero a las mujeres nos patea literal el vientre
ResponderBorrarabrazos :)
( hoy mi hijo ya es padre y mi nieto el próximo año va a colegio , de apoco soltando , ley de vida)
Excelente microrelato: preciso, simbólico y circular. Me gusta cómo el texto condensa todo un ciclo vital con el miedo, pérdida, búsqueda y renacimiento, en apenas unas líneas. El juego entre el “romper” del alba y el “romper” de la rama da inicio a un bucle perfecto que se cierra con la Chispa, literal y metafórica, del final. Muy bien logrado. Un abrazo
ResponderBorrarProfundidad en el texto!
ResponderBorrarAbrazo, Julio.
Te dejé un comentario y no está , mira, por favor en la bandeja de spam, debe estar ahí ...o Matrix ha fallado de nuevo ; )
ResponderBorrarPues no, este es el único comentario que tengo tuyo.
BorrarSiempre estuvo con ella! Maravilloso el instinto maternal
ResponderBorrarAbrazos
Julio David, hermoso micro.
ResponderBorrarUna madre nunca se da por vencida, la noche se hizo día con todo el amor que guardaba.
Maravilloso leerte.
que pases un hermoso fin de semana
Besos
Vaya! pues a no recuerdo lo q te escribí...
ResponderBorrarPero ahora q te vuelvo a leer este precioso cuento fábula q siempre no regalas aquí y no sé...
Pienso q a veces culpamos a todo ( y todos) lo(s) de fuera, de lo q nos ocurre dentro y la causa y la consecuencia siempre está dentro ...pero en nuestro atolondramiento no somos capaces de verlo, como le ha ocurrido a nuestra cangurita y bueno, q en estado de pánico , nos cortan una pierna y seguimos corriendo ; ) Abrazo fuerte y gracias siempre !
*A ver si está vez no vuela ; )
La naturaleza siempre tiene lo suyo para seguir aprendiendo de ella.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Bueno, menos mal que parece que hubo final feliz...
ResponderBorrarUn abrazo, amigo
Aquí la Matrix empezó a fallar hace años.
ResponderBorrarNadie vino a arreglarla.
Cada vez más chispazos, humo, olor a quemado...
Al final nos frieron el cerebro.
Ahora somos zombis locos.
Como cuando no encuentras el móvil y lo tienes en el bolsillo ;)
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