Los familiares aconsejaban a Lázaro que respete el proceso y deje morir naturalmente al árbol (encorvado, seco, desnudo). Cuarenta años ha estado en casa de sus papás; casa que Lázaro heredó. Pero él llegó para cambiarlo todo, pues se enemistó con sus padres en sus últimos años de vida. Y de un plumazo quería olvidarlos. Así que, desoyendo recomendaciones, sierra en mano, Lázaro lo echó abajo. Pero impactado, al día siguiente, vio proyectada su sombra. Y en sus mejores años, cuando estaba chascón, erguido, robusto. Es que cuando lo plantó el papá y lo regó la mamá, ellos eran jóvenes.
Según el Nuevo Testamento, Lázaro resucitó de entre los muertos. En este caso fue un tal Lázaro quien, sin quererlo, resucitó, aunque en forma de fantasma, al árbol que tanto habían cuidado sus padres. ¿Será una señal Divina?
ResponderBorrarUn abrazo.
Eso debe haber revalorado la casa. ¿Lo padres tendrían previsto este suceso cuando le pusieron ese nombre? Amor inmerecido.
ResponderBorrarAbrazooo
Pues el título lo resume todo. Es luchar contra corriente. En este caso el olvido pretendido le llevó a cortar por lo sano, pero le salió mal y ahora está más vivo que nunca.
ResponderBorrarMuy bueno 👏🏼👏🏼
No se puede despreciar el recuerdo de los progenitores, la sombra se lo recordará.
ResponderBorrarUn abrazo.
Es que hay cosas que no se pueden ni se deben olvidar. Ese árbol si que sabe.
ResponderBorrarAbrazo, Julio David
Habrá que avisar a los de la Nave del Misterio... Tienen trabajo a la vista...
ResponderBorrarHay una novela muy famosa en España que se titula "la sombra del ciprés es alargada" en tu estupendo relato no sabemos qué forma tiene pero sí que acompañará a Lázaro quiera o no quiera, no se puede arrancar la raíz de lo q está plantado dentro de nosotros , hay q aprender a convivir con esos recuerdos y aplacar la rabia, mientras perdura se sigue sufriendo. La rabia es puro sufrimiento. El título parece una frase lapidaria o uno de esos pensamientos milenarios chinos jaja muy muy bueno !!! Gracias, un abrazo fuerte !!
ResponderBorrarNo pudo cortarlo de su memoria...
ResponderBorrarUn abrazo!
Será que otra es la sombra que lo persigue...?
ResponderBorrarExcelente!! Abrazo!!
Julio David, qué bueno recordar estos detalles, aparentemente sin mayor importancia pero que pueden permanecer encerrados en nuestra mente toda la vida. El árbol como gran símbolo de vida. Me maravilla tu manera espléndida y suave de narrar, de comunicarte, de hacer florecer la verdadera literatura, esa que llega directa. Muchísimas gracias y fuerte abrazo desde esta Barcelona que parece no querer invernar.
ResponderBorrarEstimado, tus piropos me sonrojan literariamente hablando. Muchísimas gracias. Un abrazo psicológico.
BorrarQuerido Julio, pensó que cortando el árbol se iba a sentir bien, pero su conciencia esta al día recordándole el amor que sus padres pusieron en el cuidado de ese árbol .
ResponderBorrarPrecioso relato querido Julio, me encanta leerte.
Abrazos y te dejo un besito, que tengas un feliz día
Uno puede cortar lazos familiares, amistades, talar árboles, demoler casas.... todo menos borrar la propia conciencia.
ResponderBorrarSaludos.
El recuerdo es "muy suyo", no se deja manipular; permanece o se esfuma sólo cuando él lo quiere... No hay fuerza que consiga llevarle la contraria.
ResponderBorrarUn abrazo!
Qué insensible Lázaro por serrar el árbol. Al menos aprendió que el olvido no se consigue con la acción física.
ResponderBorrarHola, Julio David.
ResponderBorrarQué imagen más triste nos dejas. Pobre infeliz, destruyó sus inicios sin ser consciente que estos estaban ya arraigados dentro de él, y la pena por ese brote lo perseguirá eternamente.
Un fuerte abrazo.
Profundo, en la sangre,
Borrarvive el árbol de cada uno;
de esta íntima madera
será la cruz.
Lo he leído, y me han venido tus letras, :)
Abrazo!
Un lujo saber que este micro te haya calado más allá de una primera lectura. Un abrazo psicológico.
BorrarHace tiempo no te leía, siempre es un placer hacerlo
ResponderBorrarEl título tiene su sentido... Y el resto del texto pretende reafirmarlo.
ResponderBorrarPor los comentarios habidos, parece que casi todos han dado en el clavo.
Sin embargo hay que reconocer que el último párrafo... tiene su ¡a qué! :))))))
Abrazo Julio.
¿Continúan enemistados con la gente después de que muere?
ResponderBorrarMenos mal, pensé que era el único.
Saludos,
J.
las raíces permanecen aunque se fuerce la situación
ResponderBorrarsaludos
La sola ausencia de aquello de lo que queremos deshacernos pero que ha estado tan presente en nuestras vidas es lo mismo que lo trae a la memoria, lo que nos hace decir "aquí había algo antes", una bofetada a nuestra soberbia...
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