Iblis puteó cuando su mamá volvió cargando una ruda en lugar de plata. Confiaba, otra vez, que sería económicamente ayudado. Es poco, pero le debe a gente con poder y estatus en un submundo donde a cada historia problemática, le dan un final abierto: abierto en el cráneo impactado por un balazo.
Esa noche, Iblis decidió robar la planta para revenderla. La encontró tapada por un pañuelo blanco con dos orificios frontales. Extraño, pero igualmente la destapó. Justo entonces, escuchó un “¡buuu!”. Paralizado, miró alrededor. “Sería chistoso, pero no. Nosotros espantamos tus malas energías de otra manera”, dijo la ruda.
Definitivamente, le llegó su hora.
ResponderBorrarUn abrazo.
Estoy con Alfred jajaa no se puede huir de la parca.
ResponderBorrarPobre Iblis.
Un abrazo!
Ay, una historia demasiado cruel... Como la vida.
ResponderBorrarUn abrazo.
jajajajajajajjaja, siempre tu maravilloso humor negro
ResponderBorrarTen un maravilloso y pleno 2025
Isaac
Igualmente, Isaac. Gracias e igualmente.
BorrarUn abrazo psicológico.
Besos.
ResponderBorrarEl lenguaje de las plantas es preciso entenderlo.
:)
a veces soy como esas viejitas que roban patillas de los jardines públicos :)))
ResponderBorrar..."la muerte y la vida son siamesas a mi espalda
una me cuenta las horas
la otra ensancha la vereda por donde se anda "( parte de un poema que escribí hace muchos años )
abracitos
Querido Julio, a vivir la vida con alegría que no avisan cuando vienen a buscarte.
ResponderBorrarAbrazos y te dejo un besito, que tengas un gran día
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Puesto que va a venir, a enfrentarla... como se debe... Lo cual puede proporcionarnos una sorpresa.
ResponderBorrarAbrazo hasta vos.
Iblis es un malcriado. Pobre madre, encima de venir cargando con la ruda para que trejera fortuna a casa. La planta sabía de sus intenciones y nunca se sabe hasta donde pueden llegar los tentáculos de la mafia y el mundo oscuro de la noche, así que dos sicarios pequeñitos se solocaron bajo una hoja de la ruda y al levantar el pañuelo, le dieron el final que merecía... y esa fue la gran fortuna que le llegó a la sufrida madre con la ruda.. ¿ qué es eso de dudar del poder de las planta? : )
ResponderBorrarUn beso y buen finde!
A ver si así Iblis aprende. Las plantas saben lo que dicen.
ResponderBorrarAbrazo
Lo que he dicho en el otro post.
ResponderBorrarCada familia sabe su historia y a veces mejor callarla.
Nada como un tecito de ruda para los malestares del estómago. Va a necesitar bastante la sufrida progenitora;)
ResponderBorrarUn abrazo!
Tremendo!
ResponderBorrar👏🏼👏🏼