viernes, 13 de septiembre de 2024

La pérdida de la inocencia

Ese viernes, los escasos asistentes que estábamos en la capilla al aire libre venerando al santo que, según lo promocionan los religiosos es (haciendo una comparación contemporánea) como la IA de los cristianos y creyentes porque contesta y resuelve las oraciones “entre más complicadas más rápidamente” como ningún beato podría, fuimos liberados del ensimismamiento cuando alguien, con un martillo, le rompió la cabeza. Al viernes siguiente, restaurada la figura pero enjaulada, una mujer le tiró un piedrazo que atravesó su corazón. “Tendrán sus razones”, pensé. Así como yo, más complicado que nunca, este viernes, llevando una molotov, tuve las mías.

jueves, 12 de septiembre de 2024

Fuera del mapa


El mapa del amor está tatuado en el corazón. Cada día, la masa humana que somos nos movemos, secretamente, siguiendo trazos o intuiciones, todo por el afán de hallar el tesoro que creemos en una sonrisa inusual, ¿en una mirada que te desnuda?, la llamada o mensaje a deshora, un “me acordé de ti” que suena distinto. Igual, enamorarse es salir, mayormente, a perderse. Lo saben los pordioseros erráticos. O esos otros que volvieron a sus casas asustados y que después ni por la ventana se asoman. Con suerte les da para escribir un microrrelato de esos malos sobre esto.

Mi aporte para El bic naranja

lunes, 9 de septiembre de 2024

09.09.94

“Te recordaba más alto”. Treinta años después, visito al que fue un amigo que me hizo feliz en las alturas. Sigue igual, en la plaza, en el barrio de siempre. Solo yo me apuré en crecer y cambiar. “Y para mal”, le contaba al árbol. “No sé cómo ayudarme. Tampoco a mis papás que enferman más rápido de lo que envejecen ni menos a mi hermano menor que, de tan pequeño, no alcanzo a sacarlo del hoyo de las adicciones. ¿Dónde está la felicidad?”. Sorpresivamente, el árbol se inclina. Entiendo su invitación. Me monto. “Te recordaba más flaco”, me dijo.

Canción "Black hole Sun" - Soundgarden

jueves, 5 de septiembre de 2024

Cuando no te toca, no te toca, nomás

Tres llaves y tres puertas: roja, azul, blanca. El participante, Joshua, debe elegir llave y puerta. Y si acierta y la abre, gana lo que hay detrás de ella. Sin embargo, creyó ver al novato conductor del programa haciendo mal el movimiento, llevándolo a perder. Entonces, Joshua se la robó para estudiarla, descubriendo algo asombroso: la llave era capaz de abrir cualquier puerta, la que quisiera, ¿menos la de sus sueños? Fue así que una madrugada se coló en el canal, entró al set de tv y él mismo introdujo la famosa llave en la dichosa puerta roja.
 
Y no.