lunes, 21 de octubre de 2024

Alístate que amanece

Seguiré pensando que te quiero, como cuando fuiste huésped en mi cuerpo y yo lo fui en el tuyo. ¿Pensándolo? Más bien sintiéndolo, hasta que la realidad se interponga en mi cansado, ojeroso, trasnochado sentimiento. Igual, para vencer distancias, me receto atardeceres que te acercan y veo azules pues, invariablemente, me llevan a tus ojos.

A veces puedo con tu ausencia materializada en esta taza de té envuelta por mis manos, pero ¿qué hago con este "perdonémonos" atorado? Tal vez escribirlo, que añeje como el vino y, ya reposado, me muestre una reconciliación nueva que nos embriague de pequeñas alegrías.

5 comentarios:

  1. Los atardeceres ayudan siempre, pero no curan, como el te calientamanos.
    Abrazooo

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  2. Que no dejen pasar mucho tiempo, que si no una posible reconciliación se vuelve una montaña insalvable.

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  3. Un escrito con muchos sentimientos,gracias por pasarte por mi blog con tan buen comentario,a solucionar pronto esos son mis deceos,abrazos.

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  4. Hay palabras que es mejor no guardar pues pueden obrar milagros.
    Un abrazo, Julio David.

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  5. Igual que el otoño, calma absoluta cuando el bosque duerme, los deseos de lo que podría ser, en caso de ese perdonarse, no deja de ser eso, buenos deseos.

    Un abrazo.

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