Un escolar llega contando que su tarea se la comió un cocodrilo. No, no un perro. Lo deletreo: co-co-dri-lo. Todo porque toma atajos por un pantano para no llegar tarde al colegio (la de levantarse temprano no se la sabe, parece). Esta vez la mochila se desfondó y al agua cayó su cuaderno de matemáticas. Entre otros. "¡Excepto el que usa para escribir microrrelatos!", afirma la profesora. El escolar sonríe. "¿Qué es tan chistoso? ¿Ah? ¿Acaso me cree tonta, Julio David?". "No. Lo que pasa es que después de tanto, al fin puedo contar una historia con un final feliz".
Imagen de Atrapalabras
Julio David tiene una admiradora secreta, que además es de ciencias. y que encima puede beneficiarle con buenas notas. Además, por el miedo a caer que demuestra en la imagen, debería estudiar menos matemáticas e ir más a piscina, porque se ve claramente que no sabe nadar.
ResponderBorrarAbrazooo
Cualquier aventura, ya sea cierta o falsa, puede inspirar un microrrelato ocurrente. Como este, je, je.
ResponderBorrarUn abrazo.
Y, atrapan las palabras, amigo Julio. Exquisita manera de contarnos un "cuento", una "anécdota", una "curiosidad". Breve, directo, singular... Muchísimas gracias, buen finde y un abrazo.
ResponderBorrarUna historia con final.
ResponderBorrarSaludos,
J.
Me gustan los finales felices :))
ResponderBorrarAbrazo, Julio David
¿Final feliz? Saltos en el aire, cocodrilos en el agua...
ResponderBorrar¿Qué es para ti una situació de riesgo? :)))))
¡Cuídate Julio!
Abrazo.
Y en esos atajos las anécdotas se suceden.
ResponderBorrarImaginación, tiene.
ResponderBorrarAbrazo.
Que se salve tu cuaderno de microrelatos es un final feliz, pero lo es mucho más para nosotros que podemos disfrutarlos.
ResponderBorrarSeguro que se te ocurrió este micro leyendo el que aparece al pie de la ilustración que muestras, pero te diré, q aunque es bueno es peor que el tuyo, en el tuyo hay muchísimos más cocodrilos : ) Beso va!
Gracias por usar la palabra "disfrutarlos" porque, a excepción de uno que otro, concuerdo contigo que hay algunos que son ¿disfrutables? Pero siendo de tu agrado, buenos o malos, me doy por pagado, pues sé que me comentarás algo que me dejará sonriendo. Esto es nuevo para mí, te lo digo. Y que dure lo que tenga que durar. Un abrazo psicológico
BorrarA salvo tus microrrelatos. Ponte a salvo de esa profesora...
ResponderBorrarMaravilloso y de una dulce ternura
ResponderBorrarPaz
Isaac
jajaja es genial.
ResponderBorrarY está claro que los escolares afrontan situaciones peligrosísimas, así que puede que ir a la escuela lo sea (peligroso) depende de según qué profe...
Ojalá existieran esos finales felices. Pero siempre anda todo algo nebuloso, por lo menos se pueden escribir, y así ceder sonrisas, ahí siempre residirán bonitos sentimientos.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, Julio David.
Brindo con mi taza de té por eso. Un abrazo psicológico.
BorrarJulio David es más listo que el hambre.
ResponderBorrarQuerido Julio, imaginación te sobra, me encanto tu micro relato.
ResponderBorrarY quiero decirte que aunque no te mires al espejo eres bonito jajaja
Abrazos y te dejo un besito, que tengas un feliz día, con sonrisas.
Sin desmerecer en lo absoluto al resto de compañeros de letras que me comentan (sobre todo en memoria a Tesa), no sabía que mis micros podían llegar a gustar tanto-tanto hasta que aparecieron ustedes, Galilea, Irene, María y tú, a comentarlos sin miedo al qué dirán. ¡Las encuentro como son: ¡súper tiernas! ¿Se pusieron de acuerdo? ¿Qué están tramando? Jaja Que dure lo que tenga que durar, nomás. Un abrazo psicológico.
BorrarHola Julio...
Borrar¿Puedes matizar eso de (sobre todo en memoria a Tesa)? Gracias.
Abrazo.
Me refiero así a ella porque es una exbloguera (a no ser que haya vuelto y no me haya enterado). Y puede que sí, escrito así parezca muy solemne, "EN MEMORIA A..." Todo lo contrario a lo que era su blog (El almacén de los días perdidos) donde brindaba por lo humano y lo divino y también mostraba sus fotos cuando salía a pasear y a capturar instantes, casi siempre en clave de humor. Como tú, y lo puedo decir con orgullo, era de mis lectoras infaltables, clásicas, así como yo de ella. Sus comentarios rara vez me dejaban indiferente: se notaba que ponía atención, mostraba un interés genuino, presentaba algo elaborado al comentar y sin perder el cariño e incluso el toque de ternura. Supongo que todo bloguero tiene o tuvo al menos a uno o a una que te hace o hizo comentar distinto, con el que tienes o tenías (más) confianza, simpatía, admiración, afecto, etc. Y viceversa, uno o una que te comenta o comentaba de una forma especial, cómplice, memorable. Al resto dejamos comentarios amables, claro, pero "normalitos" . No por eso malos, sino que simplemente convencionales, correctos. Y está bien. No todos los textos que leemos nos mueven y remueven el alma por igual... Después de Tesa, no he vuelto a sentir que mis micros gusten tanto como le gustaban a ella, donde dejaba vislumbrar más su corazón que su cabeza... Esté donde esté, espero que le vaya mejor desde que se obligó a retirarse del mundo bloguero, que fue por una enfermedad física de esas incapacitantes.
BorrarUn abrazo psicológico.
Perdona que me entrometa, Julio David. Te acabo de leer, conozco a Tesa de bloguer, hacía unas fotos estupendas, no sabía que estuviera tan mal, lo siento mucho. Es una pena que tantos blogueros vaya dejándolo por unos u otros motivos, sobre todo, cuando se trata de problemas de salud.
BorrarUn abrazo.
Debe ser frustrante cuando una enfermedad te saca del juego. Ojalá haya encontrado otro pasatiempo que le alegre los días. Un abrazo psicológico.
BorrarDoy fe de lo que dice el chico... Yo lo vi todo...
ResponderBorrarUn abrazo, amigo
Siempre me sorprenden tus micros, Julio David, un placer disfrutar de ellos.
ResponderBorrarUn abrazo.
Vale, todo riesgo por la microficción. Salud-o
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