viernes, 25 de octubre de 2024

(NO) Como la vida misma


Un escolar llega contando que su tarea se la comió un cocodrilo. No, no un perro. Lo deletreo: co-co-dri-lo. Todo porque toma atajos por un pantano para no llegar tarde al colegio (la de levantarse temprano no se la sabe, parece). Esta vez la mochila se desfondó y al agua cayó su cuaderno de matemáticas. Entre otros. "¡Excepto el que usa para escribir microrrelatos!", afirma la profesora. El escolar sonríe. "¿Qué es tan chistoso? ¿Ah? ¿Acaso me cree tonta, Julio David?". "No. Lo que pasa es que después de tanto, al fin puedo contar una historia con un final feliz".

Imagen de Atrapalabras

4 comentarios:

  1. Julio David tiene una admiradora secreta, que además es de ciencias. y que encima puede beneficiarle con buenas notas. Además, por el miedo a caer que demuestra en la imagen, debería estudiar menos matemáticas e ir más a piscina, porque se ve claramente que no sabe nadar.
    Abrazooo

    ResponderBorrar
  2. Cualquier aventura, ya sea cierta o falsa, puede inspirar un microrrelato ocurrente. Como este, je, je.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  3. Y, atrapan las palabras, amigo Julio. Exquisita manera de contarnos un "cuento", una "anécdota", una "curiosidad". Breve, directo, singular... Muchísimas gracias, buen finde y un abrazo.

    ResponderBorrar
  4. Una historia con final.

    Saludos,
    J.

    ResponderBorrar

El COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN